Según el escritor Jorge Luis Borges, la idea del Zahir procede de la tradición islámica, y se estima que surgió en torno al siglo XVIII. En árabe, Zahir significa visible, presente, incapaz de pasar desapercibido. Algo o alguien con el que, una vez entramos en contacto, acaba ocupando poco a poco nuestro pensamiento, hasta que no somos capaces de concentrarnos en nada más. Eso se puede considerar santidad o locura.
Ayer me tropecé con este párrafo, y desde entonces no he parado de darle vueltas. ¿Quién es mi Zahir? ¿Tengo yo Zahir?
Claro que he tenido Zahir, y estaba disfrazado de persona. Invadía cada minuto de mi vida. Entró poco a poco. A veces, durante mi día, algo me llevaba a pensar en él. Y sonreía. Después, cuánto más le conocía, más veces usurpaba mis pensamientos. Sin querer, hacía todo como si esa persona me estuviera mirando constantemente. Y sucede así, porque parece que lo llevas contigo a todas partes. Piensas en él (o ella, según sea tu caso) mientras desayunas, cuando te vas a la cama, al peinarte... Y despierta instintos que creías inexistentes dentro de ti, como las ganas de ser mejor persona, el compartir, ofrecer, depositar confianza...
La semana pasada, estuve con mi ex, pelón y dice que sin saber cómo, soy capaz de entrar por algún hueco dentro de él, y consigo sacar cosas que nunca hubiera pensado contar... dice q yo soy su Zahir (suspiro laaaargo, laaaaaaaaargo…)
Él tiene la capacidad de hacer que piense de otra manera, aunque no quiera. Me hace dudar de mis seguridades, dejando abierta la posibilidad de que me esté equivocando. Aún así, no trata de imponerme su forma de pensar.
Creo que él también aprende conmigo. Supongo que eso tiene la amistad (¿)...
Lo que más me gusta y admiro de él es que quiere mejorar, seguir aprendiendo. Es muy responsable.
Nunca le he dicho que... es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo… aunque, pensándolo bien… sé q lo sabe… Hoy por hoy sigue siendo el amor d mi vida!
Tú tienes Zahir? Cuentame de él o ella... Quieres?
Un beso